Este blog agradece profundamente a Barack Obama por arruinar ésta reciente aventura tapatía.
11 August 2009
Guadalajara II
Este blog agradece profundamente a Barack Obama por arruinar ésta reciente aventura tapatía.
22 June 2009
Senectud
Tengo imán para los freaks y los viejillos raboverdes...
Recién vino acá un gran viejillo del arte a hablar poco comprensiblemente en público y a cobrar por eso y totalmente me amó, sólo por preguntarle si quería agua mineral o café y por picarle con mi dedito santo a las flechas en la computadora para cambiar las diapositivas de su presentación. Así de absolutamente arrolladora soy.
Me regaló tres de sus libros y me los dedicó todos (uno, de hecho, me lo dedicó doblemente), me invitó un café. Me hizo ir a la Feria del Libro a que me chutara de nuevo sus palabras incomprensibles a cambio de una firma en unos papeles que tenía que entregar y todavía fue y compró uno de sus propios libros ahí, para regalármelo. Cosita.
Yo mientras tanto, bloqueaba todo lo que sucedía, buscando caritas en los accesorios cromados, adentro de un baño.

El gran problema de los rucos raboverdes es que, pues qué quieren, dan mucho asco. El gran problema de los libros que los rucos raboverdes te regalan es que leerlos hace que te des asco tú mismo. Es un problema mucho mayor si los libros de hecho son buenos.
Bonus que nomásnahquever: El cactus más triste del mundo

06 June 2009
Dopey
Dopey era el nombre de mi viejo celular que la semana pasada sufrió un ataque y murió. Yo lo amaba. Y muy a pesar de que mi nuevo cel ahora es más bonito y es nuevo y funciona y todo eso, no puedo dejar de extrañarlo y he decidido rendirle un homenaje con fotos tomadas desde él, que por algún motivo nunca llegaron a ser publicadas (muchas las había dado por perdidas cuando mi compu anterior murió, porque al parecer eso es lo que le gusta a mis aparatos; morir, pero han vuelto y merecen su espacio)



Nótese: Mis lentes, mis audífonos para no molestar a mis compañeritos, mi hermosa taza que era como beberme los jugos de Minnie, mi crema para las manos porque el jabón de la oficina es horrendo, mi café y mi sustituto-de-crema-para-café-light y demás, porque no nos daban ni café (todavía no nos dan), y mi vieja compu muerta. Snif. Los viejos tiempos.



27 April 2009
Aventura por México
06 December 2008
La Troba Kung-Fú
De ésto ya hace un ratín, pero me debía la crónica a mí misma antes de que mi memoria comenzara a empujar todo hacia afuera.




El espíritu santo iluminando su concierto
17 October 2008
La ciudad y el absurdo IV
Éste blog agradece profundamente la colaboración ideológica de Michel de Certeau, Jean Baudrillard, Pierre Bourdieu, Nicholas Mirzoeff, Néstor García Canclini y Clifford Geertz, -tan feos, tan listos y tan muertos casi todos ellos, menos Bourdieu que sí era todo señor atractivo y menos García Canclini y Mirzoeff que todavía siguen vivos y feos- sin los cuales no sería quien soy ahora [o quizá sólo no entendería quién soy ahora, lo que directamente no significa que ahora lo sea ni sepa ni lo entienda… (?)] ni tendría en mis manos muchas de las muchas muchas muchas copias que ahora en mi trabajo he tenido que leer todo el tiempo y que también me chuté por montones a lo largo de la carrera; y ciertamente no tendría modo de hacer agradecimientos prolongados, pretenciosos y muy fuera de contexto que son exactamente como éste.
Tengo que ir a una fiesta de disfraces y como la verdad no se me dá eso de invertir montones de dinero en ser aparentar ser alguien más, pues fuí a una tienda de disfraces. Horrendos todos ellos... Decepcionada me dije a mi misma "Ay, SemiGab, ¿por qué no vas al Centro? Seguro ahí encuentras algo" (Nota mental: ignorarme más seguido). Mientras estaba atorada por años sin término en el tráfico, decidí que realmente lo único que necesitaba era una peluca. Y ya. Mi disfraz estaba hecho. No tenía idea de para qué con exactitud iba a usar la peluca pero pensé que no hacía falta porque casi podría llegar con la peluca únicamente y todos dirían que qué buen disfraz (yo qué sé... así funciona mi mente). Todas las pelucas que ví en todos los lugares eran carísimas. Carísimas. Mi tarjeta rehusó totalmente pagarlas. Me hizo muecas y gestos y se enrolló en su propia banda magnética, pataleando, para que no la pudiera usar. Entonces caminé de regreso a mi auto con el ánimo y los pies desechos, los zapatos intactos, y sin ideas de disfraz. Probablemente termine con alguno de mis desafortunados -y hermosos- disfraces de siempre; como el de secre porno, o el de pirata (historia no contada 1), o el de cruda fiestera (historia no contada 2), o el de señora rica zombie (historia no contada 3). De todo ésto pude documentar unas cuantas cosas del Centro, porque bueno, yo amo el Centro. Es tan... céntrico. Y pintoresco:

Los vestidos de XV años más feos del mundo (Mis XV años, historia no contada 4)
Ya después puse mi mejor cara de "Te odio Centro, ojalá mueras", aunque acabo de decir que lo amo, pero es una de esas cosas que uno ama y odia al mismo tiempo. Como a los hombres. O no. En fin que puse esa cara y dije "Bueno, vamos a ver a Ely Guerra gratis con mis lugares preferenciales del Cervantino, como ya del Cervantino ví esto (historia no contada 5) y esto (historia no contada 6)" (hablo mucho conmigo misma y uso muchos paréntesis, you see) y a Ely Guerra de ahora en adelante nos referiremos como la elysguerra, así sin mayúsculas porque no es ya un sustantivo propio sino uno común. Es como decir la loca-farola. De hecho es exactamente decir la loca-farola. Llegué y me encontré a un pequeñuelo amigo de la prepa que hace años no veía y a un wey que dije "Mhh, creo que lo conozco" y que me saludó todo amigable y luego caí en la cuenta de quién era y que me había declarado su amor en una fiesta donde creo que boxee y creo que le rompí el labio a un wey (historia no contada 7) y que trabajaba en el mismo lugar donde trabajaba el novio-de-las-12-horas (historia no contada 8) y donde yo tuve mi peor trabajo de la vida como esclava del telemarketing (historia no contada 9). Y bueno, total que llega la primera canción y chaz, que se empieza a convulsionar y todo y se tira al piso y se quita los aretes y mírenme, mírenme soy bien intensa, y mírenme, mírenme, como siento la música por la espina dorsal y digo las cosas más rebuscadas para que piensen que soy una artista bien inteligentota... y pues qué quieren, me dió mucha risa. Todo el concierto. Y luego, chaz que dice la elysguerra:
La elysguerra: Hay aquí una mujer que se ha reído de mí todo el concierto. Yo la quiero invitar a que pase aquí al escenario a ver si puede. Yo no tengo huevos, pero a veces tengo muchos. (?)
Y yo así toda "¿Ay, es a mí?" porque la verdad no creo que haya sido la única a la que sus ataques musicales le hayan parecido chistosos. Además ¿qué clase de cantante se pone personal con alguien del público? Pff. En fin, que viene otro ataque, y viene más risa y luego dice la elysguerra:
La elysguerra: Yo no sé porqué si el cielo está tan alto, aquí nos ponen límites (?) y blablablabla, y los indios en la sierra tarahumara (?) blablablablablabla y la desigualdad y blablablabla y todos brínquense que quiero que mis fansSsS me adoren.
Claro que los fansSSsSs casi hacen ahí una trifulca, y claro que los detuvieron, y claro que se enojaron y dijeron "Ay pero si la elysguerra es mi amiga, yo solo quiero besarle su santo cachetito inexistente porque la elysguerra es un palo con ropa rara y fea, pero de diseñador y su nariz ultra cirujeada, y pasarle un dedo por su lacio pelo de baba, dedo que nunca me lavaré". Yo los ví con éstos ojos que se han de comer los gusanos y leí sus labios porque estaban medio lejos, pero eso dijeron. Y luego que dice la elysguerra:
La elysguerra: Yo quiero pedirle a una señora vestida de negro que no nos oprima (?), blablablabla porque en éste país ya estamos hartos, y porque los pudientes de León (?) y blablablabla porque nos amarran las manos y LA DESIGUALDAD (gritito) blablablabla y no nos vamos a dejar.
Eso pasa cuando alguien se mete tantas drogas que ya no sabe que está parada en una institución pública que le pagó chorromil pesos para que cantara ahí y que los eventos del Cervantino son gratis y que a la mujer a la que le gritó es la que le firma los cheques. Ay, elysguerra, nunca jamás volverá aquí a cantar las tres o cuatro canciones que me gustaban.
En fin, ahora que fuí despreciada públicamente por una gran figura del rock mexicano, éste blog debería tener mucho mucho rating.
Estoy esperando...
Ésta canción va para las muertas de Juarez: "I love you, I love you" (?)
20 April 2008
Al César lo que es del César...
Resulta que llevo una clase con diseñadores gráficos, y parte de esa clase era hacer un cartel en forma, y someterlo a alguna convocatoria para que alguien más "capacitado", por decirlo de algún modo, lo califique y así obtengamos una opinión del, mhhhh, llamémoslo convencionalmente mundo real.
Y ésta opinión fue que me merecía una Mención Honorífica. Oh, si. Mi opinión es que merecía ganar, pero bueno, esa siempre es mi opinión. Sigo sin saber que me van a dar por ser Mención Honorífica, pero espero que sea dinero, porque soy altamente materialista como cualquier estudiante que no tiene dinero.
He aquí el cartel mencionado honoríficamente

No sé si me vaya a meter en pedos porque ahora la imagen les pertenezca a los de la convocatoria, que son el H. Insituto Cultural de mi ciudad, pero mientras pues sigue siendo mi trabajo y lo puedo pegar en mi blog si quiero. Hmpf. Ah y todos los carteles tenían que decir "Leer Provoca". ¿Por qué? Ps porque es para que seamos bien creativos, porque el cartel es para la Feria Nacional del Libro (FeNaL)
Finalmente siempre es chido que te reconozcan tu trabajo. Y te infla el ego (más).
Y ya. Estoy bien contentilla. ¡¡¡Yay!!!
Aquí las bases a las que me tuve que someter, sólo por si les interesa mucho
20 February 2008
La jerarquía del clip
Como no tenía muchas ganas de pelearme con mis montones de archivos en PDF, mejor fuí a ayudarle; había que sacar todos los libros del librero, todos los papeles de los archiveros, descolgar todos los cuadros, desconectar lo desconectable, llevarse todos los calendarios y los papelitos varios y acomodarlos neatly en cajitas para que después, ya que lleguen los muebles nuevos podamos (o puedan, que sé yo, no tengo vocación de acomodadora de papeles) ponerlo todo de regreso como estaba. Los muebles que salieron después se los repartieron todos los demás de la oficina, aquello era casi una subasta, y todos se estaban peleando por una credenza (¿quién inventó ese nombre para un mueble?) y la llevaban y traían junto con unos silloncitos y archiveros y demás mobiliario de oficina.
Lo interesante no es eso, sino que cuando estabamos sacando las cosas de los cajones nos topamos con las maravillas ocultas de tu jefe que quizá nunca de otro modo se puedan descubrir. En un cajón había un montonón de bolsitas ziploc, porque no sabíamos que al jefe su esposa le manda sandwiches todos los días y no se va al comedorsito, no, todos tenemos casi prohibido comer en nuestro lugar (aunque casi no hacemos caso de eso) y el se embute sandwiches todos los días y para que nadie lo descubra, en lugar de tirar las bolsitas a la basura, las deja todas en un cajón. En otro cajón había una o dos uñas. ¡Uñas! ¡Guácala!. Un cajón tenía un carrito de juguete y una pistola que dispara ligas, y ahora no puedo dejar de pensar que mientras el jefe espera los lunes a que empiecen las juntas de consejo, se la pasa viendo si le atina al reloj de la pared con una liga disparada desde una linda pistolita de plástico verde barato. Otro cajón estaba lleno de las plumas con el logo del trabajo, que luego no aparecían para las juntas; había también como un millón de clips regados. No creo que nadie más en la oficina tenga tantos clips, menos aventados así en un cajón. Lo que explicaría también porqué yo no tengo ni uno solo; porque en mi lugar de trabajo, la importancia en el organigrama se mide en base a la cantidad de clips que puedas almacenar desordenadamente en un cajón.
Hace rato el jefe se conectó al messenger y pues le echamos carrilla; poquita y super respetuosa. Es carrilla donde hablamos de usted (de hecho es raro eso, pero mi jefe es la onda, la verdad), y ya, le dió mucha risa y dijo que los juguetes eran de su niño, que luego va a la oficina, y que los clips eran resultado de toda una vida de acopio.
Bueno lo de los clips se lo creo... pero a su niño no lo he visto en la oficina como desde noviembre.
Además me gusta más la imagen de mi jefe con un carrito de juguete en la mano.