25 May 2007

Presentación de un libro.

El domingo pasado presentamos un libro… una compilación quizá estaría mejor dicho, de cuentos que todos hicimos en nuestra clase de Taller de Narrativa.

Me estuve peleando como dos semanas consecutivas con los weyes de la imprenta porque por azares del destino a mi y a una amiga se nos ocurrió ofrecerme para hacer el diseño editorial y la portada del libro y todo, (como si fueran quesadillas de microondas, uh, tan fácil) y como si no tuviera nada más que hacer. También resultó ser un problema porque no todos mandaron sus cuentos a tiempo bajo el válido pretexto de que estábamos en finales. Me pasé noches enteras paginando y haciendo índices y corrigiendo las faltas de ortografía de lo más estúpidas. Al final el libro quedó. Quedó horrendo, pero pudimos presentarlo en la Ibero, y lo bueno es que sólo fueron pues nuestros papás y maestros y así… además yo llegué tardísimo ese día directo al estrado a leer uno de mis cuentos porque en el trabajo había mil otras cosas que hacer y había salido bien tarde. Después comimos sushi y contrabandeamos el vino tinto más barato que hubo a la escuela, y que no alcanzó ni para marearnos un poquito. Pero bueno, en ese momento todo era hurras y abrazos.

Para esa presentación decidimos que no se iban a imprimir todos los libros porque pues habían quedado feos pero no podíamos llegar a la presentación del libro sin libro. Y los que quedaron en espera se iban a corregir para que quedaran ya bien y todo y para la siguiente presentación, en la Feria del Libro de acá. Mi jefa, que me había visto estresada por semanas completas se apareció en la presentación y los papás que habían faltado y gente que de repente quiso llegar ahí. Llegamos casi todos menos Joaquín, que había sido asignado con la increíblemente difícil tarea de recoger los ejemplares el sábado a mediodía y llevarlos el domingo a la presentación a las cuatro de la tarde.

A las cuatro y cuarto le llamé a Joaquín

- ¿Dónde andas Joaquín?
- En mi casa

Silencio. Yo trato de entender que es lo que le pasa a Joaquín por la cabeza. No lo logro.

- ¿Cómo que en tu casa? ¿Y los libros?
- Pues quedaron de marcarme ayer cuando estuvieran listos y no me marcaron.
- ¿Y no fuiste a ver que pedo?
- Pues no
- ¿Vas a llegar o no a la presentación?
- ¿Qué presentación?

“¡¡¡¿Qué presentación?!!!”

- La presentación del libro. De los libros que tenías que haber recogido ayer y haber traído acá hace quince minutos.
- ¿Cómo crees? No tenía idea

Para éste momento ya se me había terminado de caer el pelo. Mi hermoso cabello ensortijado ya, kaput, dejó de existir de simple estupefacción.

- ¿Cómo que no tenías idea?
- Pues no, nadie me avisó.

Por un momento me pregunto si toda la situación podría ser más absurda. Cuelgo. Resoplo enojada. Y luego pienso que no tengo tiempo para eso, porque ya está toda la gente esperando y ahora necesito encontrar un modo en el que podamos presentar un libro que virtualmente no existe ahí. Luego me dicen que la mamá de Dulce llegó con su ejemplar que se había quedado de la presentación anterior, que presentemos con ese.

Y bueno. Literalmente, presentamos UN libro.

Yo no entiendo cómo es que todo mundo queda encantado con esas cosas, supongo que a cambio del absurdo total las fuerzas superiores me otorgan el don de distorsionar la percepción de las personas. Algo tenía que tener de bueno.

Hoy todavía es día que en la imprenta no tienen listos los ejemplares que fueron a reedición. Osh. Incompetentes. Pero bueno, ahora ya no hay prisa… ya nos humillamos públicamente, ya que.




Acá la portada, para que vean que bonito habría quedado. Snif, snif.





19 May 2007

Les doy las nalgas...



...pero no las mías. Jo-jo-jo (risa malvada)


El otro día alguien me preguntaba que si la foto de mi blog, ésta >>>>>>>>>>>>>>>
era mía. Le contesté que ahora lo era porque estaba en MI blog, aunque creo que en realidad lo que quería saber era si esa vagina de ahí era la mía. O quizá quería saber si yo había un día decidido que sería buena idea tomarle una foto a la vagina de otra mujer. No lo supe porque la cosa es que yo iba manejando y estaba muy concentrada en pasarme un amarillo sin matar a un ciclista, porque tenía prisa, no por falta de ganas.


However, no, esa no es mi vagina y tampoco yo tomé la foto. De hecho quizá podrían demandarme por usar esas imágenes sin permiso, pero bueno, soy tan lista, tan linda y tan buena para todo lo que hago que en lugar de demandarme me sonreirían mientras camino, guiñando ojos y colocando pétalos delante de mis pasos mientras me alaban y se disculpan conmigo por siquiera insinuar que no puedo usar en mi blog las imágenes que yo quiera.


Ah, pero también soy gentil, humana y misericordiosa, y sólo por eso le daré crédito a quien lo merece. La foto es de Jan Saudek, que hace todas unas series muy lindas de fotos de éste tipo. Le gusta como lo grotesco y eso, pero en fin, digamos que el hombre tiene algo de talento. Un poquito.


Vean por ejemplo ésto, o ésto, o ésto


Y sólo para que quede asentado... mi entrepierna se ve un poco más así:





A que les dieron ganitas.













"Oh, insolente"
(Bkis y yo claramente escandalizadas de su guarrez)