11 February 2008

Querétaro

Después de un exhaustivo fin de semana de queretana investigación de campo, con información de primera mano he podido llegar a las siguientes conclusiones:


  • Los queretanos no pueden ni deben (ni siquiera intentar) manejar combis.
  • Todos los queretanos son versiones modificadas de alguien a quien ya conoces; hay quienes se parecen a tus familiares de 12 años, hay quienes son idénticos a las personas que ves todos los días en la escuela. Y a pesar del empeño indagatorio no pude aterrizar la razón de porqué todo en Querétaro siempre es extrañamente familiar.



  • Cuando en Querétaro se enteraron que México es una de las naciones con mayor índice de obesidad, decidieron no desperdiciar ese mercado cautivo y construyeron una plaza donde los gorditos se sintieran agusto.







  • Si con los corregidorsitos y corregidorsitas no te sentiste suficientemente grupero, puedes ir a éste lugar y ponerte un buen atorón. Pero tienes que vestir con un incompletísimo cinto gigante y un extraño sombrero doble, que también tiene que ser gigante, si no, creo que no te dejan pasar.

  • El mejor postre queretano es el pay de salsamora, si no hay de ese, también existe el pay de zarzamora, aunque no es tan bueno.
  • En Querétaro los pasillos son muy largos y peligrosos. La gente tiende a perderse.

  • Querétaro despierta en la gente impulsos fotográficos clichéscos







6 comments:

Luis said...

¿"mas maravillas..."? No me digas que consideras a la cosa esa que conociste una "maravilla" porque entonces el universo conocido colapsara en una gran implosion absurda y de muy mal gusto.

¬¬

FilthDirt said...

Jajaja...
Hay gente que sigue necesitando detectores de sarcasmos.

Luis said...

¿Que? ¿Revento el tuyo con mi comentario anterior?

El Mulder said...

Seeeeee, esos pasillos son peligrosos hasta para los queretanos.

borracho said...

del último comment de luis:
patada de ahogado

FilthDirt said...

cierto, borracho, pero déjalo... a lo mejor es más bonito que lo dejemos ser muy sarcastiquito