19 December 2007

La larga historia del golpazo

Hace como unas dos o tres semanas la vecina de arriba por fin cambió su calentador que goteaba incesantemente en nuestro patio, y en vez de agua cayendo nos dejó de regalo un montón de escombros que holgazanamente le dejamos limpiar a la mujer-que-en-lugar-de-limpiar-mueve-todo-de-lugar o como le diría mi mamá, "secretaria doméstica". Error, porque la mujer sólo movio los escombros de lugar; directamente a la coladera. Y se tapó, obvio, sólo que no nos habíamos dado cuenta porque el cuarto de lavado ps es territorio de la mujer-que-en-lugar-de-limpiar-mueve-todo-de-lugar. Yo sé, se oye como que la mujer es mi esclava, pero la neta le pagamos muy bien para que salga con esas mamadas.

En fin, el domingo no tenía nada que hacer y un auto bien mugriento así que llené una cubeta con agua, me colgué unos trapos al hombro y para cuando la cubeta contenía más chapopote que agua todavía me faltaba una mitad de coche por lavar, y ahora tenía también que lavar el trapo.

Tiré el agua, lavé el trapo y se inundó el patio de lavado y dije "Bah, cuando termine de medio lavar vengo y la destapo", y tuve que hacerlo al asqueroso-mode, metiendo la mano en la coladera (previa bolsa de plástico amarrada hasta el antebrazo) para sacar lo que hubiera ahí atascado. Y en el desatasque mis chanclitas bonitas se llenaron de lodo y agua apestosa, así que las lavé también, pero en el lavabo del baño; y después lo normal era dejar el jabón y el cepillo de regreso en el cuarto de lavado.

Eso si no hubiera olvidado que el piso del cuarto de lavado seguía empapado y que yo andaba descalza... aunque fué fácil recordarlo cuando me resbalé y me dí de frente, muy fuerte con un pedazo de pared.

Fué muy feo. Me sofoqué y tuve que arrastrarme hasta el sillón porque pensé que sería bastante patético morir tirada junto a un charco y un jabón, descalza, y me enojé tanto con la pared como probablemente nunca me he enojado con ninguna persona. Estúpida pared. Hmpf. Me quedé aventada en el sillón como 15 minutos hasta que pude recuperar el aliento.

Ahora tengo un moretón gigante y alargado en todo el pecho, como una linda banda ardiente y dolorosa de participante de un concurso de belleza, un pie raspado y una muñeca cortada y moreteada, ah! y una alergia misteriosa que me gané el día anterior por haber comido... who knows, algo a lo que soy alérgica.

Y bueno, Dios sigue acumulando y acumulando en su "Lista de cosas malas que le he hecho a Semigabriella". ¡Me vengaré Dios, me oyes!

Mientras tanto dejaré de lavar el coche por mucho tiempo.

2 comments:

finísima persona said...

pobre de tí

ven y te hago un masaje especial (blink)

moraleja:

no postees temas que permitan commets obsenos o de mal gusto (o en este caso, ambos)

FilthDirt said...

jajajaja, que de obsceno hay en caerse??, me cae que los hippies tienen pedos de distorsion cochambrienta