06 June 2009

Dopey


Dopey era el nombre de mi viejo celular que la semana pasada sufrió un ataque y murió. Yo lo amaba. Y muy a pesar de que mi nuevo cel ahora es más bonito y es nuevo y funciona y todo eso, no puedo dejar de extrañarlo y he decidido rendirle un homenaje con fotos tomadas desde él, que por algún motivo nunca llegaron a ser publicadas (muchas las había dado por perdidas cuando mi compu anterior murió, porque al parecer eso es lo que le gusta a mis aparatos; morir, pero han vuelto y merecen su espacio)


El trajeado chopper y coqueteador por el boulevard.

¡Ayyy, ternuritas! ¡Dibujaron los perritos!


Así se veía mi oficina anterior (una de muchas, dentro del mismo lugar donde trabajo) cuando eramos judíos errantes de los escritorios y peleabamos por centímetros cuadrados de mesa para poder trabajar.
Nótese: Mis lentes, mis audífonos para no molestar a mis compañeritos, mi hermosa taza que era como beberme los jugos de Minnie, mi crema para las manos porque el jabón de la oficina es horrendo, mi café y mi sustituto-de-crema-para-café-light y demás, porque no nos daban ni café (todavía no nos dan), y mi vieja compu muerta. Snif. Los viejos tiempos.



Mucho antes de que imaginaramos con felicidad los días de influenza, éste ser me presumía sus máscaras rusas de guerra que huelen a liga con la que le aprietan el popote a los refrescos de bolsita

Nubes cuadradas y con huecos rumbo hacia mi Alma Mater



Foto que valdría millones si estuviera nítida: Juan Camilo Mouriño con unas reinas de algo. En Dolores Hidalgo, dando el grito.


Los bola-de-unicel, y el día de su invasión en el trabajo

Gym con mala publicidad. Yo no me inscribiría si termino con ésa forma.

De cuando recién me hice mi segundo tatuaje junto al primero. Adivinen cuál es el segundo y cuál es el primero y dónde están.



The cellphone is dead. Long live the cellphone.

2 comments:

Vanessa C. said...

Sniff.. entiéndote, hace poco perdí al mío, pero supongo que es que ya han cumplido su función, lo que dejó es lo bueno.

Saludos.

FilthDirt said...

Tragedias tecnológicas por todos lados, eh?

Yo todavía no puedo dejar de sentir que quiero mi viejo cel. Hasta consideré seriamente comprarme el mismo, jajaja.

Saludos tmb!