02 October 2006

Séptimo día.

Los domingos se inventaron probablemente para que las Gabriellas tuvieran tiempo de preparar un litro de café con canela y leyeran historias de cronopios y de famas junto a su taza gigantesca y humeante silbando como Esquivel.

Tanto tiempo hay éste día para la gente que no es Gabriella que no saben que hacer. Hasta los televisores dominicales -tan sabios, tan interesantes siempre- súbitamente se vuelven insulsos y sonríen estúpidamente a la gente que canta o baila y es juzgada o corre con desesperación detrás de un balón junto con otros 21 acompañantes correlones, mientras las Gabriellas se rascan larga y detallamente la espalda y la panza que a lo largo de la semana habían olvidado que tenían que rascar.

Es el domingo el día que la gente se preocupa por visitar a Dios o platicar con él, o simplemente ir a su casa y sentarse y pararse protocolariamente sin pensar que tal vez Dios se aburre si no le platican nada. Quién sabe, las Gabriellas piensan que si alguien llegara a su casa y durante la visita sólo hiciera ademanes de sentadillas y picoteara un poco de comida probablemente no abriría la puerta la siguiente vez. Pero qué bueno que las Gabriellas no son Dios, porque tal vez se les olvidaría peinarse y el mundo andaría greñudísimo por ahí, sin poder hacer nada o tal vez cuando les diera por aplastarse los granos, en el mundo habría erupciones tan fuertes de volcanes que la gente creería que viene el juicio final; y el universo quizá estaría tan desarreglado como las camas de las Gabriellas en domingo.

Son seres egoístas, éstas Gabriellas, porque no comparten con nadie el sabor de su cereal con leche y del cigarro del domingo, ni el color tan similar de las mañanas y tardes nubladas del domingo con cerveza y pasta italiana cocinada bailando en una pequeña cacerolita dominical; pero no les importa, están muy ocupadas durmiendo o poniendo la nariz sobre el humo de canela y café con coffee-mate o bañándose lentamente, tarareando y ocupándose de minucias importantes para las Gabriellas. De domingo.

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