12 January 2008

De como la vida normal puede convertirse en porno chafa (...y debería de)

- Ah, veo que tiene ud. un problema, y hay que destapar su cañería.

- Sí, así parece.

- Muy bien (acercándose), sólo hay que hacer un poco de presión aquí

- Mhahjá

- Con la herramienta apropiada

- Mhh, ya veo... ¡Uy, qué grande herramienta!


(etc, etc, etc)


El lunes pasado estaba en casa de una amiga, y su bomba del agua, por razones misteriosas, dejó de funcionar. Había que llamar al plomero.

Normalmente cuando hablas al plomero, esperas exactamente lo opuesto a lo que son los plomeros de las películas porno: gordo, calvo, con la raya de las nalgas asomandose por encima del pantalón mugroso y demas adjetivos repulsivos que se le puedan achacar a un plomero. Pero gracias a dios y a su asombrosa habilidad para convertir partes de mi vida en un gran absurdo; el plomero que llegó (y que habían sacado del directorio telefónico) era como la versión güera de Gael García. Lo juro.

Después de que todos babearamos por un rato (yo, mi amiga, la otra amiga que vive con ella y un amigo gay) caí en la cuenta de que la cara del plomero se me hacía conocida. No, no porque se pareciera a Gael García...

Y ya cuando se iba recordé.

El plomero sexy era un wey con el que yo llegué a salir al cine o algo así, una o dos veces, cuando estaba en prepa. Uhh. Ages ago. ¿Cómo es que terminó siendo un plomero? ¿Porqué sigue siendo tan guapo? ¿Qué habrá sido de sus hermanas, que yo conocía también? ¿Quién era el señor que había llegado con el? ¿Su chalán? ¿Su papá?; pero sobre todo ¿Porque no todos los plomeros, albañiles, policías, bomberos, tránsitos o choferes de camión son como el?

Supongo que porque entonces todos nos dedicaríamos a coger y no a hacer lo que tenemos que hacer, y las bombas nunca se arreglarían y los únicos incendios que se apagarían serían los que luego ciertas mujeres sienten en la vagina.

Hm. No suena a un muy mal mundo, después de todo.


Sólo por si no lo creían (porque nadie me lo creyó cuando lo conté), aquí va la foto del plomero sexy, cortesía de la chica con la bomba desarreglada.