Al cabo ni le había entendido porque hay
uno negro y uno rojo y como todo era blanco y negro...
Bueno llegamos asqueados pero llegamos, finalmente a Zacatecas, no sin pasar por pintorescos lugares como éste:
Por si se nos antojaba rockear ahí enmedio de la nada:
Rock Shop!
Luego caminamos y caminamos y caminamos y caminamos por muchos hoteles del centro hasta que encontramos uno suficientemente baratucho como para que valiera la pena quedarnos ahí. Digo, porque el plan era aventurero, right? Y bueno, no tenía ratas porque Dios es grande, que es una razón que no explica nada en absoulto pero que se oye de suficiente magnitud como para que sea bien clara. Jo. Acto seguido aventamos las maletas cerradas con candaditos mini por aquello de que las cucarachas fueran a invadir nuestras pertenencias y nos fuimos a ver a Gloria Gaynor que resulta que todavía esta viva, gorda y que canta bastante bien para su edad y para ser una persona a la que se le acaba totalemente el aire cada 30 minutos. Y con todo y todo fue el highlight del viaje porque los músicos eran todos negritos jazzeros super buenos y bien simpáticos.
-panting- I wiiiiill surviveeeeeee -panting-
JAJAJAJAJA Pubertus!!
Y luego no se si porque hacía mucho mucho frío, de ese que te corta la cara si no te pones la bufanda como pasamontañas, pero la gente no iba a los eventos, aunque puede ser porque tambíén te impedían duramente el paso en algunos lugares:
Me queda claro que por éstos 2 metros cúbicos me será imposible pasar
Y bueno, también hicimos paradas en mil bares (no porque realmente haya mil, debe haber unos tres o cuatro) y todos estaban bien feos. Excepto uno, Mandalay creo que se llama, donde venden litros de cocktail que saben bien ricos pero que ni de lejos te ponen peda. De hecho como que en Zacatecas es virtualmente imposible ponerse ebrio porque yo lo intenté una noche con dos litros de horrendo New Mix, vodka tonic, ruso negro, y un litro de una cosa verde dulcecita de ese bar y nomas nada. Y luego como que tampoco hay chicos con quienes besuquearte. Y ya dicho ésto suena a que Zacatecas es el peor lugar del mundo, already, pero todavía no acabo.
Si algún día se te ocurre la maravillosa idea de decir "A la chingada con éste pinche pueblo pitero, me voy!" primero tienes que asegurarte que el único camión que vaya a tu ciudad no esté lleno y que te tengas que quedar varado en una central de autobuses que no es más grande que mi depa y no, no vivo en un loft gigante. O en su defecto que tengas que tomar un camión a Aguascalientes que en apariencia es un lugar mucho más civilizado que Zacatecas. Cuando menos tienen camiones que me regresan a casita cada 30 minutos. Snif. Aunque son muy misteriosos con los horarios en el servicio de guardaequipaje
Quizá si fuera completamente sincera tendría que confesar que me reí muchísimo, que Zacatecas se me hubiera hecho bonito como para dominguear con mi familia, que me compré unas blusas bonitas pero medio malechonas a un precio ridículamente barato y que ciertamente era una estupidez querer huír de aquí sólo porque no quería recordarlo a él. Porque lo recordé todo el tiempo. Pero creo que estar alla y pasarla dos/tres horrible te hace ver que en realidad no esta tan mal. Es como ir de misiones pero sin rezar nada y sin tener que comer una tonelada de frijoles. (Si, ya fuí muchas veces, y sí, aprendí mucho, y qué). Y ya no lo odio. Ya estoy en la etapa de "Vaya, qué pinche increible y bonito fué todo lo que tuvimos" donde el keyword es fué. Además de que también me fastidiaba la idea de pensar que los hombres superan relaciones perdidas mucho mucho más rápido que las mujeres, y todas esas ondas y ya no. A final de cuentas, qué demonios, no tienes porque olvidar a alguien a quien quisiste, hay que aprender a vivir con ese cariño y acostumbrarse a verlo como un recuerdo, que termina siendo mejor siempre como recuerdo, porque los cerebros tienen ese misterioso mecanismo de hacernos ver el pasado más bonito de lo que fué. Y ahora como no lo odio, soy un dechado de cariño para el mundo y me despido con un abrazote de la única etapa de éste blog en la que he decidido demostrar que tengo un corazoncito que luego se pone bien triste pero que escoge enojarse porque llorar es de viejas y yo soy bien macha.
Y si lo veo así entonces creo que realmente Zacatecas es increible.