Anoté esto en una de las muchas hojas que he llenado últimamente; al final de una libretita:
"Cuando se narra, se narra casi siempre el pasado o desde él. es aventurado y muchas veces inútil narrar el futuro y es sumamente peligroso narrar el presente. Es demasiada exposición, demasiado tangible, demasiado Presente.
Durante mucho tiempo leí (narro esto en pasado) a los autores que lo exponían todo, a los que embarraban las entrañas entre línea y línea del libro y que con el velo desgarrado dejaban ver tal cual, o así lo entendía yo, quiénes eran y porqué escribían así; probablemente por que ya entonces tenía certeza de no querer o poder hacer lo mismo conmigo.
Últimamente leo a los que prefieren observar las sutilezas de lo cotidiano, las miraditas, los cambios casi imperceptibles de una relación, los tropiezos constantes de la humanidad que por frecuentes pasan inadvertidos casi siempre. Me volví muy celosa de mis propias palabras no por juzgarlas buenas o malas ni por atesorarlas, sino por un afán egoísta y obsesivo de registrarlo TODO y por encontrarme ahí tan convencida de que este mundo de anotaciones sistemáticas no interesa a nadie más que a mí.
Así voy llenando libretas como ésta, queme horrorizaría que llegara a ser leída por todo mundo; libretitas que cargo conmigo a todos lados y para las que inventé un propio método críptico de fechados, periodicidad y orden de colores, previendo que de llegar a manos de alguien más, no pudiera ser descifrada.
O es sólo que a mis 24 me estoy llenando de las manías de un viejo ideático"
Dicho todo esto; aquí mis fotos de Guadalajara.